Tesis Doctorales de la Universidad de Alcalá |
ANÁLISIS SOBRE ESTÁNDARES DE LA PRUEBA CIENTÍFICA EN EL PROCESO PENAL | Autor/a | Acuña Campos, Christian Alberto | Departamento | Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales | Director/a | Lucena Molina, José Juan | Fecha de depósito | 19-09-2025 | Periodo de exposición pública | 20 de septiembre a 3 de octubre de 2025 | Fecha de defensa | Sin especificar | Programa | Ciencias Forenses (RD 99/2011) | Mención internacional | No | Resumen | El presente escrito pretende conocer, analizar y comparar cuestiones relativas a la prueba técnico-científica: estándares, paradigmas y modelos estadísticos; así como examinar herramientas y nuevas tecnologías como la IA, que permitan justificar, cabalmente, la incorporación de prácticas para elevar los estándares de prueba, en el proceso penal.
Haré una revisión general de conceptos legales, pero el escrito tiene su desarrollo desde el punto de vista de un Criminalista; abogando por la idea de incorporar nuevos paradigmas, análisis de la evidencia y la producción de la prueba, así como en la presentación de informes periciales (basado en modelos estadísticos y tecnológicos modernos) debido a las constantes demandas de los académicos.
La prueba, se convierte así en un elemento primordial del sistema penal; así como su necesidad de cientificidad, objetividad y altos estándares de calidad, que certifiquen la validez de las mismas al momento de ser presentadas como evidencias en un juicio.
Durante muchos años creímos que podemos llegar a identificar de manera categórica, mediante tests técnico-científicos, pudiendo determinar que una determinada evidencia procede de una fuente específica, con exclusión de cualquier otra en el mundo.
En este planteo, el paradigma de la individualización, asume la unicidad como “piedra angular” de sus premisas y es por la cual propugna que un vestigio, indicio, evidencia o marca desconocida; sólo puede provenir de una única fuente y esto genera una particular manera de interpretar y comunicar los resultados de las pruebas en el ámbito de la ciencia forense.
El asunto es que conforme avanza la ciencia y la tecnología disponible, los científicos y los estadísticos sostienen que el único modo riguroso de interpretar los resultados de las pruebas es ya no en términos de individualización sino en términos de verosimilitudes: cuán probable es que una hipótesis prevalezca sobre otra, dada la evidencia.
Lo que pretendo requirió (en primer término) salir de mi zona de confort, insumió muchos recursos mentalesa y precisó bastante capacitación adicional, que fui adquiriendo en el transcurso de estos años.
Extender y forzar mis propios límites, no sólo fue necesario, sino que resultó imperioso. En este punto hice ciencia, revisé técnicas, metodologías y estándares; topándome, varias veces y sin querer, con el arte.
Por regla general, los encargados de impartir justicia no tienen demasiadas nociones al respecto, ni resulta obligatorio tenerlas. Entonces es común “caer” en la trampa iterativa, que lleva a considerar que lo que dicen los análisis y resultados periciales son “palabra santa” y realmente no nos detenemos demasiado pensar si se cumple con los estándares de calidad necesarios o si estos pueden mejorarse.
Tampoco podemos presuponer “dolo” o mala intención, como punto de partida. Pero claramente somos responsables de cómodas e injustificadas “resistencias” e intentos de mantener el statu quo, pasando por alto que la ciencia y la tecnología avanzan (a pasos agigantados en estos tiempos).
Está claro que se hace lo mejor que se puede, con los recursos disponibles. Y aunque no sea lo ideal, eso ya es mejor que no hacer nada. Pero eso no impide aceptar el hecho de que (cada tanto) es necesario actualizarse, renovarse, revisar las metodologías, protocolos de trabajo y/o estar atento a los cambios de paradigmas, que tantas veces nos ha ofrecido la ciencia a lo largo de la historia.
El punto central de esta cuestión, no es criticar (destructivamente) el trabajo de otros colegas o poner en tela de juicio el conocimiento ni la idoneidad de aquellos, es sencillamente aceptar que se puede y se debe mejorar conforme avance el tiempo, las ideas, la ciencia y la tecnología. |
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